El periodo vacacional de verano llegó, y con él, una gran oferta de cursos y actividades centradas principalmente en las y los más jóvenes del hogar. Cursos de pintura, cine, actuación; de corte deportivo, académico o incluso clases de regularización; las opciones son variadas, y cual sea la opción, los beneficios de asistir a este tipo de espacios son múltiples.

Más allá de tener algo más que hacer durante el periodo vacacional, la Dra. María Guadalupe Hernández Chávez, coordinadora interina de Formación Integral de Profesores y Tutores de la IBERO Puebla, explica que este tipo de actividades deben formar parte de la educación integral de las y los más pequeños.

Sus beneficios también se ven en la cantidad de niñas, niños y adolescentes que son convocados cada año a este tipo de espacios: más de 24 millones de estudiantes de nivel básico que concluyen el periodo escolar 2024-2025 son el público objetivo de la extensa oferta de actividades recreativas y educativas durante las vacaciones de verano.

Empresas privadas, clubes deportivos, escuelas, instituciones gubernamentales, delegaciones, municipios y parques son los principales facilitadores de actividades de todo tipo, sobre todo de corte lúdico y deportivo. Así, de julio hasta agosto, las juventudes mexicanas son llamadas a seguir activas; para ello, la Dra. Hernández Chávez brinda algunas recomendaciones para encontrar un buen curso de verano. 

La académica afirma que es importante que las madres, padres y tutores se aseguren de que quienes instruyan y acompañen a sus hijos en este periodo sean profesionales. Además, deben contar con actividades adecuadas para la etapa de vida en la que están, priorizando el aprendizaje de nuevas habilidades que no sean solo académicas y que ayuden a sus hijas e hijos a despejarse de las actividades escolares. Sobre todo, los cursos de verano deben permitir a las y los más pequeños conocer a personas nuevas que complementen su vida de manera positiva.