Desafíos para la alimentación del futuro
Autor: Leticia López Posada
El día 27 de enero se conmemora en nuestro país el Día del Profesional de la Nutrición reconociendo la labor que realizamos para cuidar la salud de la población a través del acceso a una alimentación digna y adecuada para cada individuo y circunstancia. Habiendo trabajado más de 20 años en la formación de nutriólogos y nutriólogas, vivo orgullosa de mi profesión y del impacto positivo que puede llegar a tener en la vida de las personas. Pero como todo campo profesional, la nutriología progresa y cambia vertiginosamente: los avances clínicos, la aplicación de la tecnología en el campo de la salud y la innovación en los alimentos, sin olvidar el gran alcance de las redes sociales en este campo son solo algunos de los retos que quienes nos dedicamos a cuidar la alimentación de las personas y familias, enfrentamos. Prepararnos y actualizarnos adecuada y éticamente, es un compromiso que debemos asumir y defender ante la creciente comunidad no científica que promueve todo tipo de información relacionada con el tema.
Lo que hace algunos años, incluso meses, era todo un descubrimiento hoy es una verdad. Basta mencionar como un ejemplo los grandes estudios que se realizan alrededor de la microbiota; hasta hace relativamente poco tiempo, se consideraba un conjunto de microorganismos alojados en el intestino, que favorecían la digestión en general. Las investigaciones actuales lo describen como un órgano imprescindible para la vida y que genera equilibrio o desequilibrio en muchas funciones del cuerpo, esto en relación con lo que comemos y bebemos, cuándo, en qué cantidades y cómo lo hacemos.
Además de la actualización continua, un gran desafío es la adaptación de la Telemedicina a la práctica de la Telenutrición. Debemos formarnos en competencias digitales, las cuales van mucho más allá del uso de las TICs y de tener acceso a una buena señal de internet ya que implica ser capaz de poner en el centro a la persona a pesar de la distancia, lograr empatía, afinar la escucha, y tener un pensamiento flexible y crítico para lograr el mejor tratamiento posible, formarse en consejería y educación nutricia (que por cierto son cosas distintas), y además cumplir con la normativa sanitaria correspondiente, con todos los lineamientos de cuidado de datos sensibles, y apegarnos al cumplimiento del Código de Ética de la profesión, que ha creado el Colegio Mexicano de Nutriólogos A.C. La Telenutrición es parte de un mundo nuevo, que llegó para quedarse sobre todo posterior a la pandemia. En este sentido, las tendencias tecnológicas nos piden prepararnos en la Nutrición de las 5P: personalizada, predictiva, preventiva, participativa y poblacional. Y así, debemos dejar atrás la atención poco dinámica, curativa e individual para aprender nuevas habilidades en una nueva realidad con múltiples problemas emergentes.
Otro desafío es el hacer llegar a las personas información real y verídica; si solo pensamos en la innumerable cantidad de mensajes que transitan por la red, y cuantos de ellos tienen que ver con dietas, alimentos funcionales, recetas saludables y uso de suplementos, los contaríamos por miles diariamente. Entonces, ¿cómo podemos comunicarnos con los consumidores? Pues debemos ser lo suficientemente hábiles en el uso de redes sociales, en poder transmitir mensajes claros y contundentes, basados en evidencia científica y que logren transmitir particularidades y no generalidades, pues cada persona dependiendo de sus circunstancias necesitará una u otra cosa, por eso la Nutrición es la profesión del “depende”, así que depende de nosotros llevar los mensajes necesarios para que entre una gran nube de información, podamos ayudar a las personas a diferenciar entre lo comercial, la charlatanería y lo real.
Finalmente, la innovación en alimentos debe responder no solo a los intereses comerciales de unas cuantas empresas, sino más bien a las necesidades del ser humano y de la casa común que habita: dietas basadas en plantas, aumento en el consumo de sustitutos de carne y lácteos, uso de biotecnologías, disminución de la huella de carbono en la producción de alimentos y utilización y disminución de desperdicios, son solo algunas de las cosas que debemos prever. Por otra parte, la Nutrición de Precisión basada en la genética es un campo para explorar para dar justo a cada individuo el tipo de alimento y nutrimento que necesita y así prevenir enfermedades. Otro gran tema de actualidad es el uso de adaptógenos y nootrópicos, alimentos, sustancias y suplementos funcionales que favorecen el cuidado de la salud mental, disminución del estrés, favorecimiento de la memoria y potenciador de las múltiples funciones del Sistema Nervioso Central.
El futuro augura muchos aprendizajes, al igual que muchos retos que los nutriólogos debemos asumir y que nos comprometen a poner al servicio de la sociedad nuestros saberes unidos a nuestros valores, y al compromiso social y cultural de la profesión. Así, a unos días del 27 de enero, extiendo mi más sincero reconocimiento a todos mis colegas.