
La lucha por derechos de las mujeres, proceso de largo aliento: Cátedra Ellacuría, SJ
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Involucrarse en la defensa de los derechos de las mujeres implica reconocer que los cambios no son inmediatos y que las transformaciones pueden tomar años; que existen diferentes riesgos a los que se enfrentan quienes entran a estas luchas, por lo que no hay que perder la esperanza pese a los impactos psicosociales a los que se pueden enfrentar.
Este fue el mensaje que compartieron la Mtra. Elizabeth Calvillo Reynoso, coordinadora de Just Associates (JASS) México, y la Dra. Alicia Mesa Bribiesca, directora del Centro de Estudios Sociales y Culturales Antonio Montesinos, durante la sesión Mujeres defensoras de los derechos humanos frente a la violencia de género sostenida en el país del Seminario Permanente de la Cátedra Ignacio Ellacuría 2025: “Defender contra el miedo”.
La Dra. Mesa Bribiesca compartió que muchos de los problemas de seguridad que se viven en México, en particular en la violencia de género, tienen causas estructurales profundas, como son el machismo, el patriarcado y la desigualdad social que existe en todo el país. Aunque se han hecho cambios legales en los últimos años, muchas veces no se destinan los recursos necesarios para su implementación, lo que dificulta que la violencia de género realmente se erradique.
Ante esto, quienes están involucradas en la lucha de los derechos las mujeres deben cambiar la mirada y “no ver al otro como enemigo, no verlo como un monstruo por más terrible que hayan sido sus acciones”, pues este tipo de posturas no ayudan a las luchas y solo generan división.
“Fortalece saber que los cambios no los vamos a ver nosotras, yo dejé de esperar eso. Van a ser las próximas generaciones las que van a ver esos cambios, así como nosotras somos el resultado de las luchas del pasado”, agregó.

De enero a mayo de 2025 se han contabilizado por lo menos 17 probables feminicidios en el estado de Puebla.
Por su parte, la Mtra. Calvillo Reynoso, cuyo trabajo en los últimos años se ha enfocado al acompañamiento y fortalecimiento de mujeres defensoras de derechos humanos, explicó que un punto de partida debe ser entender que la violencia “no es dicotómica” y que no es igual en todas partes. Por ello, lo que “tenemos que cuestionarnos qué es la seguridad y qué es esa paz que estamos buscando”, pues esta depende de los contextos concretos.
Añadió que, cuando se habla de la violencia de la que son objeto las personas que defienden derechos humanos, no hay que hacer generalizaciones, pues esto puede llegar a invisibilizar las particularidades de los impactos de estos hechos y las necesidades de cuidado. “El tratamiento que se da a las formas de violencia que vivimos las personas que estamos en la defensa de derechos determina cómo vas a ayudar y crea una narrativa de una determinada lucha”, señaló.
La sesión estuvo moderada por la Mtra. Ana Laura Gamboa Muñoz, responsable del Observatorio de Violencia Social y de Género del Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría, SJ (IDHIE), quien señaló que las mujeres en México sufren diversas violencias derivadas del sistema patriarcal y neoliberal que las oprime.