China vs. EE. UU.: una disputa económica desde la cultura y los mercados
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Cada año, la Licenciatura en Relaciones Internacionales de la IBERO Puebla lleva a cabo una Jornada de Análisis de la Realidad centrada en la geopolítica y los grandes acontecimientos a nivel global. Como cada primer martes de noviembre, el claustro y el alumnado internacionalistas se reunieron para hablar sobre Asia, continente que por primera vez fue explorado en estos foros anuales.
Previo a la conferencia inaugural, la Dra. Nadia Castillo Romero, directora del Departamento de Ciencias Sociales, exhortó al alumnado a hacer preguntas y a tejer hipótesis sobre las evidencias expuestas por las personas especialistas. “Tenemos que analizar la realidad global y el papel de México en este escenario […] observar cuáles son todos esos actores políticos desde Asia que están incidiendo cada vez más en los actores que hacen gobierno a escala global”, aseguró.
“Asia es el presente y también el futuro”. Con esta afirmación, el Mtro. Víctor Manuel Elías Miranda, académico de la licenciatura anfitriona, llamó a prestar atención a una región que está redefiniendo el mundo y su política internacional. “Esperamos que esta jornada sea muy fructífera”, celebró.
Choque de potencias
La disputa entre China y Estados Unidos es una de las más complejas en la actualidad. Las retóricas de los líderes Xi Jinping y Donald Trump se han basado en secuencias de movimientos estratégicos para dominar los mercados. “Estamos en una situación en la que los jugadores intercambian bienes de valor similar”, expuso el Dr. Francisco Javier Haro Navejas en el primer momento de la Jornada.
Frente a ello, el resto de las economías planifican sus políticas con el fin de construir alianzas con Pekín sin disgustar a la Casa Blanca, y viceversa. Para el profesor investigador en la Universidad de Colima, el problema de Estados Unidos es creer que se enfrentan a China como hicieron con Alemania y Japón en tiempos de la Segunda Guerra Mundial: promoviendo la división territorial y social.

Eventos como la disolución de la Unión Soviética en 1989, la fragmentación de Europa —subsanada parcialmente con la fundación de la Unión Europea en 1993— y el avance de la OTAN permitieron el ascenso de China. De ahí que se hable de una “guerra de posiciones”, en donde ambas potencias obtienen ganancias modestas en lugar de conquistas categóricas.
El Dr. Haro Navejas insistió en que “el problema de Estados Unidos es que piensan que tienen una fuerza que ya no poseen”. Ello es observable en su manejo de la incertidumbre a través de la atomización de espacios y territorios. Caso opuesto es el de China, cuya estrategia se basa en integrarse a diversos contextos y volverse parte de ellos: “Como hegemonía en ascenso, China no funciona con la incertidumbre”.
Respecto a la retórica de Donald Trump, el especialista aseguró que no es nueva. En 1971, Richard Nixon impuso aranceles del 10% a buena parte del mundo. Pese a que la interdependencia económica era menor que la actual, la medida permitió proteger el poder dominante del dólar. Más adelante, el Acuerdo del Plaza de 1985 permitió debilitar el dólar como una medida de contención internacional frente al crecimiento europeo y japonés.
Las presiones arancelarias contra China tampoco son asunto inédito del gobierno trumpista. La medida ya se observaba durante las administraciones de Barack Obama y Joe Biden. La diferencia, explicó Francisco Javier Haro, es que Trump las ha utilizado como una estrategia de negociación y control sobre los intereses estadounidenses.
Ante este panorama, el académico advirtió: “El problema es que este juego lo vamos a ver de manera indefinida. No veo que ninguno de los países pueda retar a otro. El problema fundamental de China es que no tiene los controles sobre los países que tiene Estados Unidos […] principalmente en el este de Asia”.