
Una radio que sigue avanzando: Jornada ‘Todo se escucha’ en la IBERO Puebla
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Uno de los medios masivos más consultados a lo largo de los años es y ha sido la radio. Sin importar la circunstancia, al menos 42 millones de personas en México siguen escuchando y consumiendo radio, esto señalado en datos del INEGI. Si bien, la llegada de nuevas plataformas y contenidos ha condicionado el consumo y difusión de los contenidos radiofónicos, expertas y expertos del medio afirman que se adapta y sigue más vivo que nunca.
Así lo afirmaron cuatro voces autorizadas en el tema durante la jornada Todo se escucha, donde estudiantes de la Licenciatura en Comunicación de la IBERO Puebla y personas interesadas escucharon de aquellas personas que están detrás del micrófono, o en la cabina, lo que implica tener un medio radiofónico y producir contenidos en este.
La mesa tuvo un tema central: la adaptación de este medio sonoro a las nuevas tecnologías, con ética, responsabilidad social y creatividad. Maricruz Zamora Rodríguez ha dedicado su vida a la producción de radio, por lo que afirmó que este medio de comunicación “siempre debe estar al servicio de la vida, debe enriquecer la vida, y lo digo con una convicción absoluta. Los productores, las productoras, les productores somos hacedores de sueños”.
Y por supuesto, remarcó la preocupación de la que nació esta afirmación: “Las nuevas tecnologías han facilitado el acceso a millones de contenidos tanto sonoros como audiovisuales que permiten que nos lleguen a través de diferentes plataformas, pero que además nos permiten recibir mensajes que pueden estar técnicamente muy bien elaborados o que pueden tener un buen propósito o a veces no tener propósito alguno”. Por ello, remarcó la importancia de conocer y reconocer desde qué es el sonido hasta el propósito ético de cada componente de una producción.

Uno de esos elementos es la música, aspecto del que habló José Enrique Fernández, músico y productor de programación, que aseguró que “la radio tiene asegurada su supervivencia” porque “siempre está insertada donde transita la vida”. Aseguró que “siempre estamos rodeados de música”, y en cada rincón, plataforma o momento, la radio está presente para acompañar el día a día.
El experto expuso que si bien en la actualidad la humanidad tiene prácticamente toda la música a su alcance, la programación de una estación puede ser “la banda sonora de nuestras vidas”. A pesar de que hacer una lista de reproducción puede ser reconfortante e incluso apasionante, los programadores tienen una selección de al menos 10,080 canciones al mes para acompañar cualquier momento o jornada.
“De ahí la importancia de tener una estación que nos acompañe, que nos vaya guiando y no solo nos dé noticias, nos diga qué está sucediendo en el mundo, sino que nos enseñe música nueva o nos recuerde esa música que tenemos aparentemente olvidada. Y con esa estación podemos dialogar en silencio y acudir cuando estamos solos”, dijo José Enrique al auditorio.
Erik Montenegro, locutor desde hace más de 20 años, no solo lo ve como una compañía, sino como una forma de fortalecer “una herramienta que está en peligro de extinción […] la imaginación”; desde viajes a la Luna, hasta una visita al desierto del Sahara, la radio puede ser un medio de conocimiento y creatividad para todas las personas dispuestas a escucharlo.

Para ello, remarca que las nuevas generaciones de comunicólogas y comunicólogos deben involucrarse desde un sentido más profundo: “Nos parece importante que las nuevas generaciones retomen los conceptos básicos que quizás de pronto ahora con esta vorágine de ‘todos somos comunicadores y de todos tenemos un micrófono’, se nos olvidan”.
Ana Cecilia Terrazas, periodista, académica y amante de la radio —como ella misma se describe—, dice a las nuevas generaciones que “todo se escucha”, y por ello deben ser conscientes de las implicaciones éticas, sociales e ideológicas que hay detrás de los micrófonos y a través de las bocinas.
“Todas y todos estamos atravesados por las subjetividades; no necesariamente estamos conscientes de que estamos siendo atravesados por eso, que son agendas externas, con intereses muy específicos de que compres algo […]. Y es importante hacer un alto para saber por qué, para qué, si queremos eso; si no queremos eso, qué vamos a reproducir a la hora que lo hagamos, porque pensamos que todo se escucha, que toda relación de poder sí se puede escuchar”, explicó.