El periodismo, en cualquiera de sus versiones, ya sea el noteo diario o los grandes reportajes de investigación, es una herramienta por la que se puede construir “memoria en tiempo real”. Gracias a él, es posible documentar diferentes aspectos, situaciones o hechos que, en algún momento, podrán servir para construir una memoria más grande o una estrategia para responder ante alguna situación particular.

De este modo, frente al contexto de violencia que se vive en México, la idea de que la actividad periodística de hoy servirá para construir esperanza en el futuro ha servido como motor para continuar con la cobertura de temas relacionados con los derechos humanos, como son la crisis de desaparición de personas, los feminicidios y la defensa del territorio.

Estas fueron las reflexiones que compartieron las periodistas Aranzazú Ayala Martínez y Lydiette Carrión Rivera al participar en la plática “El papel de la prensa en la documentación y denuncia de las violaciones a derechos humanos”. Esta forma parte del Seminario Permanente de la Cátedra Ignacio Ellacuría, SJ de la IBERO Puebla: Defender contra el miedo: Respuestas situadas ante la crisis de derechos humanos en México.

Durante su participación, Ayala Martínez destacó que es importante que las personas periodistas no suelten los temas cuando estos dejan de ser “noticia”, pues hay muchas cosas que suceden alrededor de estos hechos que es necesario documentar. 

Puso como ejemplo el caso de Teuchitlán, Jalisco, pues al darse el hallazgo del Rancho Izaguirre, muchos medios se movilizaron y le dieron cobertura, pero al cabo de algunas semanas los medios tradicionales abandonaron el tema, a pesar de que este sigue latente. “Estamos hablando de víctimas, de procesos vivos, y eso se nos olvida de repente”, señaló.

Si bien la labor del periodismo puede ser compleja y generar desánimo por la saturación de malas noticias, Ayala Martínez refirió que encuentra esperanza al pensar que alguna de sus notas, por pequeña que sea, le puede servir a alguien tanto para la vida personal, como para la construcción de la memoria.

Por su parte, Carrión Rivera señaló que, a pesar del desgaste que le generó dedicarse por mucho tiempo a la cobertura del tema de feminicidios, no ve el panorama general tan negro “porque sé que los procesos históricos son mucho más lentos que nuestra vida humana, lo que hacemos puede no tener un impacto inmediato o podemos no verlo”. 

Agregó que, si bien hay casos en los que sí se logra ayudar a las personas de forma inmediata con algo que se publica, estos son escasos, por lo que refirió que para evitar caer en la desesperanza mantiene un compromiso “con algo más allá de lo inmediato”.